lunes, 3 de septiembre de 2012

OÍ CAMBA FLOJO, SEPARATISTA, OLIGARCA Y TERRORISTA

OÍ CAMBA FLOJO, SEPARATISTA, OLIGARCA Y TERRORISTA
Por: Yoyo Pando
En este mes de septiembre que representa al ser cruceño, quiero con mucho dolor, empezar a despedir al camba que poco a poco se va.
Para acelerar su ida lo llenaron de adjetivos como flojo, separatista, terrorista, oligarca, derechista etc.
A ese camba, ante quién me saco el sombrero, lo admiro abiertamente, lo quiero hasta el alma, le hago llegar estas líneas que las escribo con el corazón.
Oí Camba:
Se que te vas poco a poco, aunque hay quienes quieren que te vayas ajuria, apurao, porque les estorbas para sururuqui, ocupar tus tierras sin que les cuesten ni un medio.
Te vas, porque te sientes solo, sin nadie que te defienda y que se olvidaron que un día te pidieron el voto, en medio de lloriqueos y te la charlaron, con conversas fiadas.
No es que seas opa, nunca lo fuiste, sino que es mucho el avasallamiento, es mucha la gata parida.
Te vas desapareciendo, al extremo que es difícil encontrarte, si hasta el hablar tan chopole, janucho y lindo que tenías lo vas perdiendo.
Estás adquiriendo otras mañas, las eses silban en tu boca, has olvidado el vos y ahora hablas de tu.
Que lejos están los tiempos de las serenatas tras los balaústres, de los piropos dulces a las peladas, las tertulias en los corredores a la oración, las ollas con locro y majao, cociendo con leña de curupaú o aliso.
Los tiempos donde la palabra del camba, valía más que su firma y las únicas mentiras se las lanzaba en la oreja de una linda pelada que le había robado el corazón.
Los tiempos de la vida sencilla, cuando los vecinos eran como de la familia, cuando tomábamos agua de gotera, noria o de paúro, nos alumbrábamos con mecheros o lámparas a gasolina, y ocupábamos un propio para mandar recados por que no había teléfonos.
Cuando todos dejábamos la media puerta entornada y nadie robaba nada, ahora hay muchos pillos que nos roban y cuando se van, ni siquiera cierran la puerta.
Lo sé querido camba que estás solo, que nadie te defiende que te dicen flojo y no quieren que tu identidad de mestizo, cuente en el censo.
Gente de otras layas y otras latitudes, están copando tu tierra y se vienen con sus tarecos y costumbres que en tu soledad, los vas adquiriendo, te estás achetando de cosas raras, dejando de lado tu identidad de gente sencilla, alegre, bonachona, sincera y buena.
Tus hijos ya no saben que es jenecherú, jisunú, cotibí, concha parada y siripi.
Siempre te asustaron viuditas y silbacos que se fueron huyendo de los verdaderos pillos de carne y hueso, porque al gobierno no le importa tu vida.
Oí camba, poco a poco vas desapareciendo, te vas yendo a los cantos de una ciudad que no tiene cantos, es que es mucha la empujadanga que te van tirando.
Sin embargo quiero decirte que nadie fue mejor que vos, pero te tienen envidia por su forma de ser dicharrachero, alegre y valiente, te envidian por tus mujeres que son más lindas que las flores y más dulces que el empanizao, por tu paisaje con flores de tajibos, toborochis, gallitos, tarumases y patujuses, por el canto de tordos y maticos y por la fragancia de masacos, cuñapeses y roscas en las mañaningas que acompañan una taza de café telen telen, bien caliente, por la fragancia invitadora de tus churrascos, patascas y locros de gallina.
En este septiembre muy tuyo y mío, quiero renovarte mi aprecio y cariño, decirte que no estás solo, que mientras viva, seguiré levantando mi voz para defenderte, aunque me metan preso.
Que mi cariño y respeto es hasta la muerte de un sucha y que me lleno de tristeza, con tus tristezas y me alegro con tus alegrías.
Decirte que no está muerto quien pelea y que caer para levantarse, no es caer, que no hay mal que dure cien años y que a la chafra se la llevará el próximo surazo irremediablemente.
Vos camba, eres de otra estirpe, Dios te hizo con barro muy especial, el calor de tus soles, te entibió el corazón y por eso eres querendón, la miel de tus campos, la jalea y las tablillas de leche endulzaron tu sangre por eso atraes a las mujeres y ellas te atraen a vos.
A vos, nadie te regaló nada, nunca pediste limosna, lo que tienes te costó trabajo, esfuerzo y sacrificio, si ahora tienes lo que tienes, es porque nunca fuiste flojo, como serás de flojo que el 80 % de lo que come el país, lo produces vos.
Que comes churrascos cada fin de semana, que le tiras a los tragos, a nadie le importe, es tu plata y lo haces porque te da la gana.
Te han dicho terrorista, nunca tiraste una bomba, te han dicho separatista si sos más boliviano que cualquiera, te dicen racista, que les pregunten a los miles de ciudadanos de occidente que viven aquí, te dicen oligarca solo porque te gusta vivir bien, todos los que te insultan que se vayan a freír monos, allá donde el diablo perdió el poncho.
Ya lo dijo el célebre Rómulo Gómez hijo en sus versos “Desde mi umbral” tan viejos como los carretones, “Entre bolivianos, el cruceño siente, talvez las ofensas, más grandes, más fuertes, quiere a su Bolivia, con amor de hijo y por ella acepta cualquier sacrificio”.
En este septiembre, querido camba, quiero abrazarte con mucho cariño y decirte que no estás solo, que puedes contar conmigo.